TÍTULO: Tomo 1 del Testamento de Nilia.
AUTOR: Fernando Trujillo
Hace ya un tiempo que acabé con los anteriores tomos, y tras saber que aun quedaban más títulos por publicar, me moría de ganas por poder leerlos. Pues hoy tengo en mis manos uno de esos títulos, se puso a la venta hace poco en las distintas plataformas digitales, el 28 de diciembre, y por suerte lo descubrí pocos días después.
Como en todos los anteriores libros, lo primero de lo que se nos advierte es el orden a seguir en la lectura. Este debería leerse antes que el "Tomo 2 del Testamento de Gris", pero como el Tomo 2 del Gris se publicó antes, pues yo lo leí antes de lo debido. Os recuerdo el correcto orden, y así, si queréis leerlos, no cometáis el error que cometí yo.
- La Biblia de los Caídos.
- Tomo 1 del Testamento de Sombra.
- Tomo 1 del Testamento del Gris.
- Tomo 1 del Testamento de Mad.
- Tomo 1 del Testamento de Nilia.
- Tomo 2 del Testamento del Gris.
A falta de confirmación, os pongo el Tomo 2 del Testamento del Gris en el sexto lugar, pero sinceramente, a saber a cuantos nuevos personajes vayamos a conocer antes de leer en correcto lugar este tomo.
Como habéis podido leer, tenemos nuevo personaje a conocer en este título, Nilia, ¿quién y qué es Nilia? En anteriores tomos ya se hizo referencia a ella, aunque no se mencionaba su nombre. ¿Os digo quién es? No, aún no, no desvelare el misterio hasta el final del post.
Físicamente, Nilia es una de esas mujeres de las que un hombre no es capaz de apartar la mirada, pelo moreno, cara más que bonita y un cuerpo que otras muchas mujeres envidiaríamos... Pero su carácter es otro tema... Es una mujer más que difícil, una mujer que sabe lo que quiere y está dispuesta a hacer lo necesario para conseguirlo.
Temporalmente este tomo se desarrolla en los días siguientes al asesinato del Padre Jorge. Nilia tiene una misión, y es salvar la vida de cierta mujer, bueno, más bien, la vida del hijo que lleva dentro, pero... ¿qué mujer?. Esa información le falta, solo sabe que será un niño y que nacerá el siguiente jueves, con lo que dicha mujer debe estar en un estado muy avanzado de su embarazo. Pero Nilia no es la única que busca a esa mujer, también Rex y sus hermanos, todos centinelas proscritos, Lobo, un hombre lobo y Estrella, una maga.
Así, Nilia consigue hacerse con todas las mujeres que se encuentran en la consulta del ginecólogo, salvándolas antes de un cierto monstruo, aunque finalmente deja marchar a todas aquellas cuyos bebes serian niñas. Solo se queda con tres parejas, Nerea y Bono, Amanda y Elias, y Aldo y Zoe. En su huida Nilia les esconde en un piso que bloquea con todo tipo de runas mientras ella va a enfrentarse a quienes les persiguen. En ese enfrentamiento, Estrella le tira un autobús que le pasa por encima, con lo que Nilia muere.
Mientras, las embarazadas y sus chicos tratan de escapar, pero no consiguen absolutamente nada hasta que alguien, un hombre de cabello gris y vestido con una gabardina negra, hecha la puerta abajo y les lleva con él. Como no, ese hombre es el Gris, Nilia le había pedido que si la mataban, él los pusiera a salvo, y eso hizo, llevándoles hasta el claro del bosque del cementerio de la Almudena que constituía su cuartel general.
Nilia volvió a aparecer en escena esa misma noche, pero... ¿no estaba muerta? Pues no, Nilia es uno de esos seres que solo pueden morir si se le corta en cuello, en caso contrario puede volver a la vida si su dueño lo estima oportuno. Nilia es un demonio, ellos fueron creados por los ángeles caídos con el único fin de que cumplieran sus ordenes, y por ello, se les atribuyó una sola condición, y era que deben obedecer siempre.
A la salida del cementerio Zoe se puso de parto, eso la excluía, su hijo no era el niño a por el que los centinelas iban. Continuo el camino con ellos, y acabaron en la azotea de un hotel rodeados por los centinelas. Rex y sus compañeros habían sido centinelas del ángel Mirh, el traidor, y buscaban la forma de poder comunicarse con Dios mediante ese niño. A diferencia de Nilia, Rex si que sabía a que mujer buscaban, esa era Amanda. Así supo Nilia a que mujer debía poner a salvo, y lo hizo, arrojándola desde la azotea del hotel hacia la calle. Amanda creyó que moriría, pero antes de estrellarse contra el suelo Nilia apareció con sus alas negras desplegadas, y la salvo de la caída, a ella y a su marido, Elías.
Siguieron huyendo y acabaron en las alcantarillas. Elías estaba traumatizado por lo que había visto, esas alas negras de murciélago que Nilia había desplegado... No entendía nada, y aún no sabía que se le venía encima... Se dedicaron a discutir todo el tiempo, tratando de entender que era lo que estaba pasando, pues ni siquiera Nilia conocía el motivo por el que debía poner a salvo al hijo de Amanda.
En una de las múltiples conversaciones Amanda amenazó con transformarse, así se acabaría todo. Elías no lo entendió, no conocía la naturaleza de su mujer, pero poco después lo comprendió todo. Amanda era una mujer lobo que había huido de su manada para intentar escapar del mundo oculto. Si en ese estado tan avanzado del embarazo se transformaba, perdería a su hijo y dejarían de perseguirles. Otra cosa que supieron durante esas conversaciones fue el estado en el que Nilia se encontraba, su dueño no era un ángel caído, sino un hombre que la había engañado y se había hecho con su control, obligándola a hacer cosas del tipo "salvar la vida de..." que un demonio no haría ni loco. Ella solo luchaba por encontrar la forma de liberarse de su control y hacerle pagar por todo lo que la había obligado a hacer.
Finalmente la cosa se complicó para Nilia y Amanda, los centinelas las tenían rodeadas en las alcantarillas, pero Nilia era mucho más lista que todos ellos y la suerte acompañó a las dos mujeres, pues Elías, el marido de Amanda, había muerto al precipitarse al vacío, o eso creían. Fue Elías quien salvó a Nilia de morir gracias a Tedd y Todd, ese niño y anciano de ojos morados y con un comportamiento tan raro. Estrella había conseguido capturar a Nilia, la había congelado, y no había nada peor para un demonio que el frío. Cuando Estrella se disponía a cortarle el cuello a Nilia, la única manera de acabar de forma definitiva con un demonio, una llamarada de gasolina calló sobre ellas por una grieta del techo, que sacó a Nilia de su parálisis. Nilia acabó con Estrella y se vengó de Rex, su arma era un bastón corto, por lo que necesitaba los dedos pulgares para manejarlo. En una pelea anterior con Edgar, un centinela de otro ángel cuyo arma era un arco, se arrancó uno de los dedos pulgares con una de sus flechas para poder escapar. Nilia le arrancó el otro dedo que le quedaba, así ya no tendría forma de manejar su arma y no habría mayor tortura para él.
Amanda, que había escapado de la confrontación transformándose, consiguió llegar sana al lugar donde Nilia debía entregarla para ponerla a salvo. Tranquilos, no sufráis por su hijo, no lo perdió por transformarse, y además, tampoco era su hijo. El lugar donde Nilia debía entregar a Amanda era una iglesia, más concretamente la iglesia en la que días antes Sombra había asesinado al Padre Jorge. Amanda se puso de parto en el mismo momento en el que Nilia se la entrego a Edgar, el mismo centinela con el que Rex había peleado, su última frase antes de largarse de aquel lugar que tanto asco le producía fue "no pienso asistir al nacimiento de un santo".
De la iglesia se llevó a rastras a Elena, (¿la recordaís?) la mujer de Mario Tancredo, que desde que el Gris matara a su hija había estado huyendo y escondiéndose a sabiendas de que su marido la buscaba para matarla. Ella también se encontraba en el hospital cuando Nilia sacó a las embarazadas de allí. Ella también estaba embarazada, de mellizos, como le hizo ver Eneas, quien la salvó repetidas veces de un asesino del mundo no oculto a quien Mario había contratado. Eneas era paralítico, se desplazaba en silla de ruedas, y ella como no se fiaba de nadie decidió pegarle un tiro en la pierna, para comprobar si era verdad o fingía. Esto fue un gran error, pues la hizo tener que cargar con Eneas hasta las alcantarillas donde dos brujos le practicaron una cirugía para salvar su vida.
Pero el asesino les seguía muy de cerca, había colocado un localizador en la silla de Eneas para tenerles localizados. Gracias a los brujos Eneas pudo salvar a Elena, hizo un trato con ellos para que la sacaran de las alcantarillas y la pusieran a salvo a cambio de 2 botes de sangre de demonio. Los hijos de Elena eran semidemonios y ella sufría hemorragias a cada poco. Pero... ¿quién le pondría a él a salvo? Pues Nilia, quién si no, Eneas era el hombre que había conseguido engañarla y hacerse con su control, el hombre al que ella tanto odiaba pero al que tenía que obedecer de cualquier manera. Ella fue quién se encargó del asesino al que Mario Tancredo había contratado.
Bueno, pues ya si, ¿habéis conseguido adivinar quién es Nilia? ¿y en qué tomos anteriores aparecía? Os refrescare la memoria entonces, en el Tomo 1 del Testamento del Gris, nos contaban como el Gris aprendió a tomar almas para poder confesarse y prolongar así su vida. Fue una mujer demonio quién le enseñó a grabar la runa necesaria para tomar las almas, y si, esa mujer demonio fue Nilia,.
Bueno, pues aquí me despido, esperando haber despertado en vosotros el suficiente interés como para querer continuar leyendo la saga o comenzar con ella.
Físicamente, Nilia es una de esas mujeres de las que un hombre no es capaz de apartar la mirada, pelo moreno, cara más que bonita y un cuerpo que otras muchas mujeres envidiaríamos... Pero su carácter es otro tema... Es una mujer más que difícil, una mujer que sabe lo que quiere y está dispuesta a hacer lo necesario para conseguirlo.
Temporalmente este tomo se desarrolla en los días siguientes al asesinato del Padre Jorge. Nilia tiene una misión, y es salvar la vida de cierta mujer, bueno, más bien, la vida del hijo que lleva dentro, pero... ¿qué mujer?. Esa información le falta, solo sabe que será un niño y que nacerá el siguiente jueves, con lo que dicha mujer debe estar en un estado muy avanzado de su embarazo. Pero Nilia no es la única que busca a esa mujer, también Rex y sus hermanos, todos centinelas proscritos, Lobo, un hombre lobo y Estrella, una maga.
Así, Nilia consigue hacerse con todas las mujeres que se encuentran en la consulta del ginecólogo, salvándolas antes de un cierto monstruo, aunque finalmente deja marchar a todas aquellas cuyos bebes serian niñas. Solo se queda con tres parejas, Nerea y Bono, Amanda y Elias, y Aldo y Zoe. En su huida Nilia les esconde en un piso que bloquea con todo tipo de runas mientras ella va a enfrentarse a quienes les persiguen. En ese enfrentamiento, Estrella le tira un autobús que le pasa por encima, con lo que Nilia muere.
Mientras, las embarazadas y sus chicos tratan de escapar, pero no consiguen absolutamente nada hasta que alguien, un hombre de cabello gris y vestido con una gabardina negra, hecha la puerta abajo y les lleva con él. Como no, ese hombre es el Gris, Nilia le había pedido que si la mataban, él los pusiera a salvo, y eso hizo, llevándoles hasta el claro del bosque del cementerio de la Almudena que constituía su cuartel general.
Nilia volvió a aparecer en escena esa misma noche, pero... ¿no estaba muerta? Pues no, Nilia es uno de esos seres que solo pueden morir si se le corta en cuello, en caso contrario puede volver a la vida si su dueño lo estima oportuno. Nilia es un demonio, ellos fueron creados por los ángeles caídos con el único fin de que cumplieran sus ordenes, y por ello, se les atribuyó una sola condición, y era que deben obedecer siempre.
A la salida del cementerio Zoe se puso de parto, eso la excluía, su hijo no era el niño a por el que los centinelas iban. Continuo el camino con ellos, y acabaron en la azotea de un hotel rodeados por los centinelas. Rex y sus compañeros habían sido centinelas del ángel Mirh, el traidor, y buscaban la forma de poder comunicarse con Dios mediante ese niño. A diferencia de Nilia, Rex si que sabía a que mujer buscaban, esa era Amanda. Así supo Nilia a que mujer debía poner a salvo, y lo hizo, arrojándola desde la azotea del hotel hacia la calle. Amanda creyó que moriría, pero antes de estrellarse contra el suelo Nilia apareció con sus alas negras desplegadas, y la salvo de la caída, a ella y a su marido, Elías.
Siguieron huyendo y acabaron en las alcantarillas. Elías estaba traumatizado por lo que había visto, esas alas negras de murciélago que Nilia había desplegado... No entendía nada, y aún no sabía que se le venía encima... Se dedicaron a discutir todo el tiempo, tratando de entender que era lo que estaba pasando, pues ni siquiera Nilia conocía el motivo por el que debía poner a salvo al hijo de Amanda.
En una de las múltiples conversaciones Amanda amenazó con transformarse, así se acabaría todo. Elías no lo entendió, no conocía la naturaleza de su mujer, pero poco después lo comprendió todo. Amanda era una mujer lobo que había huido de su manada para intentar escapar del mundo oculto. Si en ese estado tan avanzado del embarazo se transformaba, perdería a su hijo y dejarían de perseguirles. Otra cosa que supieron durante esas conversaciones fue el estado en el que Nilia se encontraba, su dueño no era un ángel caído, sino un hombre que la había engañado y se había hecho con su control, obligándola a hacer cosas del tipo "salvar la vida de..." que un demonio no haría ni loco. Ella solo luchaba por encontrar la forma de liberarse de su control y hacerle pagar por todo lo que la había obligado a hacer.
Finalmente la cosa se complicó para Nilia y Amanda, los centinelas las tenían rodeadas en las alcantarillas, pero Nilia era mucho más lista que todos ellos y la suerte acompañó a las dos mujeres, pues Elías, el marido de Amanda, había muerto al precipitarse al vacío, o eso creían. Fue Elías quien salvó a Nilia de morir gracias a Tedd y Todd, ese niño y anciano de ojos morados y con un comportamiento tan raro. Estrella había conseguido capturar a Nilia, la había congelado, y no había nada peor para un demonio que el frío. Cuando Estrella se disponía a cortarle el cuello a Nilia, la única manera de acabar de forma definitiva con un demonio, una llamarada de gasolina calló sobre ellas por una grieta del techo, que sacó a Nilia de su parálisis. Nilia acabó con Estrella y se vengó de Rex, su arma era un bastón corto, por lo que necesitaba los dedos pulgares para manejarlo. En una pelea anterior con Edgar, un centinela de otro ángel cuyo arma era un arco, se arrancó uno de los dedos pulgares con una de sus flechas para poder escapar. Nilia le arrancó el otro dedo que le quedaba, así ya no tendría forma de manejar su arma y no habría mayor tortura para él.
Amanda, que había escapado de la confrontación transformándose, consiguió llegar sana al lugar donde Nilia debía entregarla para ponerla a salvo. Tranquilos, no sufráis por su hijo, no lo perdió por transformarse, y además, tampoco era su hijo. El lugar donde Nilia debía entregar a Amanda era una iglesia, más concretamente la iglesia en la que días antes Sombra había asesinado al Padre Jorge. Amanda se puso de parto en el mismo momento en el que Nilia se la entrego a Edgar, el mismo centinela con el que Rex había peleado, su última frase antes de largarse de aquel lugar que tanto asco le producía fue "no pienso asistir al nacimiento de un santo".
De la iglesia se llevó a rastras a Elena, (¿la recordaís?) la mujer de Mario Tancredo, que desde que el Gris matara a su hija había estado huyendo y escondiéndose a sabiendas de que su marido la buscaba para matarla. Ella también se encontraba en el hospital cuando Nilia sacó a las embarazadas de allí. Ella también estaba embarazada, de mellizos, como le hizo ver Eneas, quien la salvó repetidas veces de un asesino del mundo no oculto a quien Mario había contratado. Eneas era paralítico, se desplazaba en silla de ruedas, y ella como no se fiaba de nadie decidió pegarle un tiro en la pierna, para comprobar si era verdad o fingía. Esto fue un gran error, pues la hizo tener que cargar con Eneas hasta las alcantarillas donde dos brujos le practicaron una cirugía para salvar su vida.
Pero el asesino les seguía muy de cerca, había colocado un localizador en la silla de Eneas para tenerles localizados. Gracias a los brujos Eneas pudo salvar a Elena, hizo un trato con ellos para que la sacaran de las alcantarillas y la pusieran a salvo a cambio de 2 botes de sangre de demonio. Los hijos de Elena eran semidemonios y ella sufría hemorragias a cada poco. Pero... ¿quién le pondría a él a salvo? Pues Nilia, quién si no, Eneas era el hombre que había conseguido engañarla y hacerse con su control, el hombre al que ella tanto odiaba pero al que tenía que obedecer de cualquier manera. Ella fue quién se encargó del asesino al que Mario Tancredo había contratado.
Bueno, pues ya si, ¿habéis conseguido adivinar quién es Nilia? ¿y en qué tomos anteriores aparecía? Os refrescare la memoria entonces, en el Tomo 1 del Testamento del Gris, nos contaban como el Gris aprendió a tomar almas para poder confesarse y prolongar así su vida. Fue una mujer demonio quién le enseñó a grabar la runa necesaria para tomar las almas, y si, esa mujer demonio fue Nilia,.
Bueno, pues aquí me despido, esperando haber despertado en vosotros el suficiente interés como para querer continuar leyendo la saga o comenzar con ella.