20 jul 2017

Las Ruinas

Las Ruinas – Scott Smith



Otra entrada más para cumplir con el objetivo, el Anualthon 2017. Como otros tantos, el que hoy os traigo podía haber sido más de una premisa pero al final va a ser la número 22, un libro de género terror. ¿Y esto cómo lo se? Pues porque nada más que en la portada ya te indican "La mejor novela de terror del nuevo siglo. Stephen King"

No es a lo que yo estoy acostumbrada en lo que al género de terror se refiere, yo suelo tirar más hacia libros de tipo paranormal (fantasmas, demonios...), pero aún así este me ha sorprendido bastante. La aprensión que sentía en ciertos momentos me hacía sentir que estaba mereciendo la pena leerlo.

Como suelo hacer, os presentaré a los personajes y después seguiré con la historia, así que, allá vamos!!



Personajes.

Jeff: El líder, aquel que sabe qué se debe hacer y cómo. Ha estado toda su vida preparándose para aquello que le diera emoción a su vida, pero en determinadas situaciones nadie sabe como se va a actuar. 

Amy: La novia del líder, de Jeff. Quejica, llorona... es la que siempre encuentra una pega a lo que el resto quieren hacer.

Stacy: La mejor amiga de Amy. Despistada, despreocupada... una persona que vive un poco en su mundo y que no parece ver las consecuencias de muchos de sus actos.

Eric: El novio de Stacy. Un chico un poco obsesivo que siempre se ha dejado llevar por lo que otros decían o mandaban, pero un chico que si algo se le mete en la cabeza, lo cumple.

Mathias: El alemán. Un chico serio, tímido, reservado... Un chico cuyos ojos ven todo pero cuyos labios no dicen palabra. Ver, oír y callar, como se dice en mi casa.

Pablo, Juan y Don Quijote: Los griegos. Tres chicos divertidos, siempre dispuestos a una buena juerga, bebiendo hasta llegar al agotamiento. 



Historia

Iba a ser el mejor viaje de sus vidas, les había salido tirado de precio e iban a poder disfrutar de los encantos de Cancún durante un par de semanas ambas parejas. Había sido Jeff quien había encontrado esa ganga de viaje, él había convencido a Amy, su chica. Amy había convencido a Stacy, su mejor amiga, y Stacy había convencido a Eric, su novio.

En los primeros días de viaje ya habían conocido a Mathias, un chico alemán que estaba en Cancún de vacaciones con su hermano, aunque su hermano había desaparecido unos días antes persiguiendo a una mujer de la que decía haberse enamorado. También conocieron a los griegos. Los griegos no hablaban inglés y ellos no hablaban griego, pero aún así se las ingeniaban para entenderse con ellos.

Un día Mathias les contó lo que había ocurrido con su hermano. Había conocido a un chica en la playa y había pasado el día con ella, se había enamorado de ella y quería ir a buscarla. La chica se había marchado a unas ruinas de una mina que había en la selva y le dibujo un mapa de como ir, por si quería ir. Ese mismo día, Mathias y su hermano Henrich se habían peleado y Henrich se había marchado dejándole una nota en la que le dibujaba el mapa y le decía que le esperaría allí si quería ir a verle.

Debían volver a Alemania en pocos días y Mathias quería que fueran con él a buscar a su hermano. Y lo hicieron, aunque a Amy no le apetecía, los cuatro, junto a Mathias y Pablo, quien además dejó una nota a Juan y Don Quijote para que se les unieran al volver de pescar. Así tomaron un autobús hasta Cobá, un taxi durante unos 12 km y otros tantos andando, pero se pasaron y llegaron al pueblo maya al que Henrich hacía referencia. Dieron marcha atrás y encontraron el desvío a las ruinas, pero al llegar a las ruinas fueron interceptados.

Un grupo de mayas les pararon, no querían dejarles subir a la colina. En la colina había un par de tiendas de campaña, también se veía un pozo, y sobre todo una enorme enredadera que cubría todo el terreno a excepción de la cima. No querían dejarles subir, pero una vez Amy tocó la enredadera pasaron de no dejarles subir a obligarles a subir. Los seis no entendían nada, y que los mayas no hablaran inglés, ni ellos hablaran maya tampoco ayudaba a que pudieran entenderse. Así, ante las armas de los mayas, no les quedó más remedio que subir.

¿Qué descubrieron al llegar a la colina? Pues que las tiendas estaban desiertas, que no había nadie allí. Mientras subían descubrieron una serie de montículos cubiertos por la enredadera, al principio no les prestaron mucha atención, pero después si que los inspeccionaron. ¿Y qué eran aquellos montículos? Pues las tumbas de entre otros, Henrich. Su cadáver ya se estaba descomponiendo, pero pudieron ver como sobresalían de su pecho unas cuantas flechas de los mayas. Ellos le habían matado, la cuestión era ¿Por qué?

Estaba claro que los mayas no les iban a dejar salir de la colina, no paraban de apuntarles con sus arcos y pistolas nada más se acercaban al límite entre el claro y la colina rodeada por la enredadera. Tendrían que sobrevivir allí hasta que los griegos (Juan y Don Quijote) fueran a buscarles, pero apenas habían llevado comida ni agua. Tenían que planificarlo todo y fue Jeff quien se encargó de ello, pero eso no significaba que las cosas fueran a salir bien, pues ya el primer día sufrieron el primer gran percance.

Del interior del pozo que había en la cima de la colina comenzó a oírse un pitido, varios pitidos, como los que emite un teléfono móvil al recibir una llamada. Había un móvil en el fondo del pozo, podía ser su única salida, tenían que ir a buscarlo y fue Pablo quien se ofreció a bajar. Usaron la cuerda y el cabestrante del pozo para bajarle, pero a mitad de camino la cuerda se rompió y Pablo cayó al vacío. No había muerto, pues no paraba de gritar, pero si que debía estar herido, pues sus alaridos se oían desde lejos. 

La cuerda se había roto porque la savia de los zarcillos de la enredadera que habían quitado de la cuerda y el cabestrante era ácida, y había corroído la cuerda, haciendo que se partiera. Una cosa más de la que preocuparse, pues también les había quemado las manos. Fueron Eric y Amy quienes bajaron para ayudar a Pablo, quien al caer se había roto la espalda, quedando en silla de ruedas de por vida, si es que vivía. Quizás ninguno de ellos lo hiciera...

Era ya de noche cuando consiguieron salir todos del pozo, y por supuesto, sin encontrar el dichoso teléfono móvil. Decidieron hacer guardias de dos horas para vigilar a Pablo y el lugar. Jeff y Mathias fueron los primeros mientras el resto dormían, pero el despertar fue algo que los traumatizaría por el resto de sus vidas. 

Al despertar, Eric descubrió que la enredadera se le había metido dentro del cuerpo, por una herida que se había hecho en la pierna al caer al pozo. Aunque le sacaron el zarcillo con un cuchillo, Eric tenía la sensación de que la planta seguía dentro de él, aunque todos le dijeran que no era así. Pablo también había sufrido el ataque de la enredadera. Se había enroscado en sus piernas cuando Stacy le tapó en plena noche y se había comido parte de la carne de sus piernas, toda la carne por debajo de las rodillas, quedando sus huesos a simple vista.

Comerse la carne no era lo único que la enredadera podía hacer, descubrieron también que ese pitido que parecía de un móvil, era la propia enredadera la que lo producía. Escuchaba, aprendía y repetía voces y sonidos, buscando hacer que bajaran la guardia y se pelearan entre ellos. Quería matarlos, la enredadera buscaba la forma de matarlos, comiéndoselos después como se había comido a todos aquellos que estaban enterrados en los montículos.

La enredadera era el motivo por el que los mayas les habían obligado a subir a la colina una vez Amy la tocó. La enredadera parecía adherirse a cualquier cosa que la tocara, la ropa, la piel, el pelo... y a su vez iba creciendo y consumiendo todo aquello que pudiera comerse. Si la parte alta de la colina no estaba cubierta por la enredadera era porque los mayas habían sembrado el suelo de sal. No querían que la enredadera saliera de allí, y para evitarlo tenían que evitar que cualquiera que la tocara saliera.


No os voy a contar el final, si viven, si mueren... y como lo hacen, no os voy a decir si los griegos finalmente fueron a rescatarles, si tuvieron que enfrentarse a los mayas o si directamente les mataron, no voy a contaros que hizo la enredadera... solo incitaros, incitaros a que busquéis este libro y compartáis conmigo su final. 

Como siempre os digo, espero que os guste y nos vemos en el siguiente post!! 



12 jul 2017

El Temor de un Hombre Sabio

El Temor de un Hombre Sabio – Patrick Rothfuss



Vuelvo con otra de las entradas correspondientes al Anualthon 2017. Aunque este libro podía haberse ubicado dentro de unas cuantas premisas, he decidido que sea la número 29, un libro con canciones, pues al menos a mi me cuesta bastante encontrar libros así.

Esta es la segunda parte de la bien conocida historia creada por Patrick Rothfuss con Kvothe como protagonista. La primera ya empezaba contándonos parte de la vida de este chico, pues en esta la línea es la misma, Kvothe nos va contando la historia real de su vida, pero aunque guarda ciertos paralelismos, pues es la continuación del libro anterior, no se hace para nada repetitiva ni vuelve a centrarse en las mismas historias.

Se podría decir que es un libro igual, pero muy diferente al anterior, y que igual que su predecesor te deja pegado por horas a la silla. Muchísima gente me había dicho que tiene unas ganas terribles de que Rothfuss publique ya la tercera y última parte de esta trilogía, antes no les entendía. Ahora no solo les entiendo, también comparto esas ganas de tener esa tercera parte en mis manos.


Siempre os presento a los personajes y luego paso a comentar un poco la historia, la verdad es que en este salen casi los mismos personajes que en el anterior, así que simplemente voy a dejaros el enlace de la primera parte (El nombre del vientopor si queréis leer quienes y como son los protagonista. 

Hay nuevos personajes en la historia, como son Alveron y su esposa, la señora Lackless, pero no merece la pena entretenerse en ellos. También aparece Tempi, que es bastante importante, pero ya os hablo más abajo de él.




Historia

En esta nueva entrega, y como ocurría en el anterior libro Kvothe nos sigue contando la historia de su vida, y como siempre, los problemas y la suerte tienden a acompañarle en su viaje.

En este nuevo libro decide empezar a pasar de Ambrose, pero no por ello Ambrose va a pasar de él, así que para echarle de la universidad decide drogarle con algo que le hace no pensarse las cosas y actuar, volviéndole más bien irascible, con lo que va soltando de vez en cuando unas cuantas perlitas por ahí, incluso a Hemme, cuyas habitaciones habían sido incendiadas pocos días antes le dice que ojala hubiera estado en ellas mientras ardían.

Pero aunque se llevara mal con Hemme, y Hemme creyera que había sido él quien les había pegado fuego, no fue Kvothe, sino Elodin, a quien Hemme tampoco le caía nada bien... Vaya dos se habían juntado, uno con intenciones ocultas y el otro haciéndole caso...

La verdad es que para Kvothe todo se complica cuando su querida Denna decide empezar a verse con Ambrose, y Ambrose se queda un anillo de ella que Kvothe decide recuperar entrando en la habitación de Ambrose. ¿Qué ocurre? Pues que en los tejados Ambrose encuentra sangre de quien había intentado entrar en su habitación y empieza a hacerle felonía queriendo matarlo. Menos mal que Devi decide perdonarle y ayudarles, porque sino a saber como habría acabado la historia. ¿Sabéis como acaba? Con Devi, a petición de Kvothe, prendiéndole fuego al fetiche que Ambrose había hecho con la sangre de Kvothe y por ende incendiando toda su habitación. Total que al final Kvothe acaba dejando la universidad, pues todos le consideraban el culpable, y así no tendría que enfrentarse a una matricula impagable para él.

Así que gracias a Threpe acabó tomando rumbo a Severen para ponerse bajo el mando del maer Alveron, el gran señor de aquellas tierras. Total que en Severen logró salvarle a vida a Alveron, a quien su médico personal estaba envenenando, logró que la amada de Alveron se enamorara de Alveron, y logró acabar con aquellos que asaltaban y mataban a los recaudadores de Alveron.

Esta parte es importante por varias cosas, la primera, porque vuelve a encontrarse con uno de los que acabo con la vida de sus padres y su troupe, Ceniza. La segunda porque conoce a Tempi, un mercenario Adem que decide enseñarle cosas de su cultura, entre ellas a pelear, pero claro, eso no está permitido y Kvothe decide ir con Tempi a Ademre donde acaba casi convirtiéndose en un guerrero Adem, pero abandona antes. La tercera porque conoce a Felurian, un ser fata objeto de canciones y conocida por hacer que todo hombre muera en sus brazos extenuado tras tener relaciones con ella, o por volverse loco al dejarlo ella ir. Kvothe consiguió que ella lo dejara ir, pero para ello tuvo que prometerle que volvería para enseñarle la canción inconclusa que le había compuesto cuando estuviera completa.

Mientras está con Felurian también tiene un encuentro con el Cthaet, un oráculo al que los seres fata tienen auténtico terror, y al que Bast, como ser fata, no reaccionó demasiado bien. Que es el Cthaet y que es lo que ocurre con él tendréis que leerlo por vosotros mismos, pero merece muchísimo la pena.

Total que al final vuelve con Alveron y se decide a hablarle de los Amyr, y cual es su sorpresa al recibir, por parte del maer, una respuesta afirmativa, un "lo hablaremos en el futuro", pero para desgracia de Kvothe nunca llegaron a hablarlo. Kvothe se vio obligado a marcharse tras una pelea con Meluan, la esposa del maer, al descubrir ésta que él era un Edena Ruh.

Así que vuelve a la universidad, donde todos le reciben con una cierta alegría, mejor no hablo de la alegría que le dio a Hemme, que le daba por muerto y le cambio la cara al verlo. Elodín le recibió con una gran euforia cuando le contó que había conseguido llamar al viento un par de veces durante su viaje, y aunque no daba la asignatura de nominación ese bimestre, si que hizo de profesor particular con él.

A parte de toda esta historia tenemos lo que ocurre en el presente, y mira que el pobre Bast intenta hacer que Kvothe vuelva a ser el que era, pero nada, que no hay manera. Hay un cierto momento en el que dos soldados asaltan la posada, momento en el que Kvothe parece volver recordar quien era y se enfrenta a ellos, pero lo único que consigue es una buena paliza y sumirse en una depresión... Pobre Kvothe, pero pobre Bast a su vez, que tuvo que cargar con las heridas de Kvothe, pues se las transmitió a sí mismo.



Bueno, creo que es una idea muy general de que ocurre en el libro, pero que sirve como ejemplo, aunque queda muchísimo que me he dejado en el tintero, pero eso haría este post infumable. Así, me despido animándoos a tomar esta novela entre vuestras manos y a disfrutar de ella, que no os asusten las 1.200 páginas que tiene, merece mucho la pena. Como siempre os digo, espero que os guste y nos vemos en el siguiente post!!