El asesinato de Sócrates -
Marcos Chicott
Marcos Chicott
¿Sabéis esas veces en las que nunca has leído nada de un autor pero con una sola de sus obras te cautiva para el resto de tu vida? Pues eso es lo que a mi me ha ocurrido con este libro y este autor. Si me decidí a leerlo fue simplemente porque su título llamó mucho mi atención, pero si a eso sumábamos que había quedado finalista del premio Planeta 2016, era como ¿pero cómo no me lo voy a leer?
Además también he tenido la suerte de que puedo ajustarlo a una de las premisas del Anualthon 2017, con lo que además de un libro maravilloso, os traigo una premisa más del Anualthon, esta vez la número 16, un libro que sobrepase las 500 páginas, y este tiene nada más y nada menos que 747, que se dice rápido pero... la verdad es que se lee igual de rápido.
La verdad es que yo he quedado gratamente sorprendida con el libro, no tenía ni idea de que trataba y era obvio que tenía que tener algo de historia y filosofía, pero la forma de escribir de este autor hace que ni la historia, ni la filosofía, ni los conflictos bélicos resulten cargantes, al contrario, consigue mostrarte un mundo tan diferente de una manera tan realista y adictiva que es imposible ponerle pega alguna.
Bueno, quizás una si se le pueda poner, y es la enorme cantidad de personajes que aparecen, que hacen que acabes teniendo un cacao mental considerable. Se que tiene su sentido, que la cantidad de años que transcurren desde el comienzo al final del libro y que la importancia que Sócrates tuvo hacen necesarios todos estos personajes, pero eso no evita que de vez en cuando te preguntes "¿este quién era?"
Bueno, pues como ya os he dicho, la cantidad de personajes que hay es abrumadora, así que voy a pasar de presentároslos, porque si al principio les conocemos por una cosa, al final vais a acabar conociéndoles por otra. Obviamente, Sócrates es el protagonista principal, o al menos eso dice el autor, porque yo le vi bastante más protagonismo a Perseo, pero si así fuera, entonces el libro tendría otro título.
Historia
Querefonte es no solo uno de los seguidores de Sócrates, sino también uno de sus mejores amigos, y aunque sabe que es algo que no se debe preguntar a los oráculos, él se decidió a hacerlo. Acudió al Oráculo de Delfos con el firme propósito de realizarle dos preguntas. La primera, ¿era Sócrates el hombre más sabio? La respuesta fue "Si, Sócrates es el hombre más sabio". La segunda, ¿cómo moriría Sócrates? La respuesta, "Sócrates morirá de muerte violenta a manos del hombre de la mirada más clara".
Qué quieren decir estos oráculos y si deben tomarlos al pie de la letra es algo que hasta la muerte de Sócrates no se sabrá, pero el objetivo de Querefonte tras obtener estos oráculos era claro, tenía que encontrar al hombre de la mirada más clara y hacerle ver que no debía matar a Sócrates, si es que este se lo permitía.
A la vez que el Oráculo de Delfos ofrecía su sabiduría al ateniense Querefonte, en Esparta nacía un niño, un niño con unos ojos tan claros que parecían transparentes. Su madre, Deyanira, había enviudado siete meses atrás, y el hermano de su difunto esposo la había desposado al día siguiente. El niño era suyo, pero al nacer antes de tiempo, Aristón no quería que pensaran que el niño era hijo de su hermano y antiguo marido de su ahora esposa, así que dió la orden de sacrificar al niño.
La partera, en lugar de despeñarlo por el barranco, lo abandonó en el monte para que los animales salvajes lo devoraran. Los espartanos eran guerreros, y aquellos niños que nacían con malformaciones o no iban a ser guerreros fuertes eran sacrificados para no cargar con ellos. Este era el argumento que Aristón dio, pero todos, especialmente Deyanira, conocían cuales eran sus verdaderos motivos.
También en esos días Eurímaco y su esposa Altea regresaban a casa. Eurímaco había sido contratado para que enseñara al hijo de un hombre acaudalado el oficio de ceramista. Tras un año en otra ciudad, él y su esposa volvían a casa rezando para que Altea no se pusiera de parto antes llegar a Atenas. A mitad de camino, muy cerca de Esparta, varios maleantes les asaltaron, acabando con la muerte del esclavo que les guiaba.
Una anciana que andaba por esos caminos salió en su encuentro, ofreciéndose a ayudarles y curar sus heridas. Curó las de Eurímaco y también las de Altea, y aunque consiguió salvar la vida de Eurímaco no pudo hacer nada por Altea. Medio dormido se había quedado Eurímaco cuando notó que la mujer se movía, llevaba un cuchillo en la mano y se abalanzaba sobre él. Consiguió acabar con ella y decidió huir, pero antes revisó las posesiones de la mujer. En un saco de tela encontró un bebe, era muy pequeño, pero estaba vivo y decidió llevarlo con él. Diría que era su hijo, que Altea había dado a luz el día anterior al asalto y en el asalto había muerto.
Tras esto damos un salto en el tiempo, han pasado cuatro o cinco años y el bebe que Eurímaco había hecho pasar por su hijo ya era un niño que jugaba y era instruido por su pedagogo. Había puesto al niño el nombre de Perseo, y sus ojos, de un gris tan claro que casi parecían transparentes, se habían convertido en la pesadilla de Querefonte. Desde la primera vez que vio sus ojos, Querefonte tenía muy claro que no había hombre con los ojos más claros que él. Perseo y solo Perseo podía ser el hombre al que la profecía hacía referencia, el hombre con la mirada más clara, el hombre que daría muerte a Sócrates.
Por la mente se Sócrates también había pasado ese pensamiento pero no era su intención hacer algo que evitara que lo que tenía que ocurrir ocurriera. Además, la profecía hablaba del "hombre" y Perseo no era más que un niño, aún debían pasar muchos años hasta que algo ocurriera. Y con esta idea del paso de los años Marcos Chicott nos va contando los diferentes eventos que acontecen en la vida de los muchos personajes, pasando por guerras, por epidemias, por amores y desamores, por matrimonios si y no correspondidos... incluso juegos olímpicos, para llegar finalmente (y en mi caso con lágrimas en los ojos) a revivir la muerte de Sócrates y descubrir que era lo que realmente se escondía tras la profecía revelada por el Oráculo de Delfos.
Obviamente no es mi idea contaros el libro, pues desde el principio hasta el final del libro han podido transcurrir como 30 años o incluso más y necesitaría cientos de miles de caracteres para poder hacerle justicia. Para mi ha sido uno de los mejores libros que he leído en mi vida, la forma de narrar los hechos, el cariño y odio que hace que sientas por los diversos personajes, la manera de plantear los diversos temas, la forma de hacernos aprender disfrutando de eso que tanto nos gusta hacer que es leer... Todo esto y más hace que mi deseo sea abriros un poco la puerta ante este gran libro, puerta que vosotros debeis decidir si abrir o no.
A mi me ha encantado como al final del libro dedica unas páginas a decirnos que gran parte de lo que cuenta en el libro es verdad, también nos habla de los personajes, de los oráculos, y nos cuenta que personajes son reales y que personajes son ficticios. Nos cuenta sobre las antiguas costumbres que en aquella época había, sobre las esculturas, sobre la vida en general que tiempo atrás se vivía y que tan diferente a la que hoy día vivimos.
No me queda más que recomendaros, y muy fervientemente, este libro que a mi me ha hecho disfrutar tanto. Me despido ya diciéndoos, como siempre, que espero que os guste mucho y que nos vemos en el siguiente post!!